HERMANAS DE LA DIVINA VOLUNTAD
Historia
Mujeres, cristianas que hemos elegido entregar su vida a Dios, porque nos sentimos amadas y salvas por Él.
Tratamos de vivir profundamente nuestra consagración siguiendo a Jesucristo, obedientes y siervas, con pasión y compromiso.
Juntos, en la diversidad, vivimos en la Iglesia y en el mundo la búsqueda constante y apasionada de la voluntad de Dios, que se expresa en la Palabra, en la historia y en la historia humana de cada hombre y mujer que habita la tierra.
Voluntad de Dios que en Jesús toma rostro de compasión, deseo de bien, fraternidad y solidaridad.
Nos sentimos llamados a proteger, promover y hacer florecer la vida siempre y en todas partes, escuchando y acogiendo profundamente a todos, en colaboración con quienes, con sabiduría e inteligencia, la aman, la salvaguardan y fomentan espacios de humanidad.
El misterio de la Voluntad de Dios guió toda la vida de Madre Gaetana Sterni, nuestra fundadora, hasta convertirse en el centro de su existencia.
Movida por la experiencia interior de una adhesión cada vez mayor a Dios, supo ver con nuevos ojos la realidad que la rodeaba, y se hizo sensible y disponible a las urgencias y necesidades de su tiempo.
Su vida es un paradigma para nosotros, para las elecciones y los valores que la guiaron y animaron. El nombre «Hijas de la Divina Voluntad», que internamente fue sugerido a Gaetana para ella y para los jóvenes que la siguen, indica lo que también debe caracterizarnos: cumplir la Voluntad del Padre en todo y siempre, siguiendo a Jesucristo obedientemente y siervo, experimentando la caridad como lugar donde se cumple la Voluntad de Dios.
Nosotros, por don gratuito, fuimos llamados a salvaguardar y desarrollar el ideal de vida de Madre Gaetana, en sintonía con los tiempos, en la Iglesia, viviendo en comunidad.
Estamos llamados a anunciar con nuestra vida que la caridad es el cumplimiento de la Voluntad de Dios : éste es el centro de nuestro carisma, del que nace nuestra espiritualidad.